Estancia en el hospital

La estancia en el hospital no está exenta de riesgos. Ésta puede desencadenar complicaciones y añadir otros problemas de salud a la enfermedad subyacente del paciente. La seguridad del paciente se ve comprometida debido a una salud más debilitada del paciente que ingresa. Esta disminución en la seguridad acostumbra a ser debida por problemas con el equipamiento, transfusiones, pruebas diagnósticas, errores en la medicación, complicaciones en la cirugía.

El entorno hospitalario es un entorno hostil para el paciente que soporta riesgos externos como las sobre infecciones hospitalarias. Por lo tanto, el profesional sanitario no sólo tiene que tratar la enfermedad del paciente sino que tiene que velar por una estancia más segura.

El paciente, al mismo tiempo, tiene que colaborar en esta propuesta de mejora de la seguridad haciendo caso a las siguientes recomendaciones:

  • En la medida en que sea posible, escoja aquel centro sanitario que esté especializado en su enfermedad.
  • Asegúrese de que el personal que lo atiende cumple con una higiene adecuada de manos.
  • Haga preguntas de aquello que no entiende. Pregunte el porqué de su medicación y asegúrese cómo tomarla una vez en casa.
  • Pregunte sobre los resultados de las pruebas diagnósticas y de laboratorio.
  • Vaya con algún acompañante que al mismo tiempo se informe de su evolución.
  • Una vez le han dado el alta, asegúrese de haber entendido correctamente el plan diseñado y clarifique cuando puede comenzar sus actividades diarias.